lunes, 4 de julio de 2011

No al Copago


En estos días estamos asistiendo a un debate que algunos introducen como por descuido en nuestra rutina diaria, la introducen con delicadeza, sabedores de la mala prensa y la mala aceptación ciudadana, conscientes pues de que una defensa abierta y clara del copago, no traería consigo más que pérdida de votos. Lo introducen a través de fundaciones o de declaraciones de líderes regionales que rápidamente se desdicen de lo dicho. Utilizan pues la estrategia de la repetición para influenciar la percepción del asunto como algo normal dentro de nuestras vidas, para que cuando llegue el momento, y cada día estoy más seguro que llegará, la instauración del Copago no indigne a nadie.

No debemos admitir con normalidad este intento de instauración en el subconsciente del Copago, debemos revelarnos con toda nuestra fuerza, autoridad, contundencia y determinación, luchar contra un sistema que instaura la diferencia entre clases económicas y por ende sociales.

El Copago supone abrir la puerta hacia la política sanitaria basada en la economía, supone cambiar nuestra sanidad universal y gratuita por una sanidad que cura solo al que tiene dinero para pagar. Perdonarme, por utópico e idealista, pero yo no estoy dispuesto a ver como a mi vecino, a mi tía, a mi prima, a mi padre, o a uno mismo, un médico le dice, tiene usted una enfermedad curable, el tratamiento cuesta XXX.XXX,XX €, si no los tiene, lamentablemente le quedan 6 meses de vida. Disculparme, pero sinceramente pienso que tenemos una sociedad mejor, que no abandona a sus miembros en el camino, no estoy dispuesto a retroceder. El Copago, lo vendan como lo vendan, lo envuelvan como lo envuelvan, le pongan el lazo azul o verde, abre esa puerta.

NO AL COPAGO